Las medialunas que conquistaron Tierra del Fuego y se convirtieron en tradición
Lo que comenzó como una receta casera en Mar del Plata se convirtió, a más de 3000 kilómetros de distancia, en un símbolo de Tierra del Fuego. A fines de los años 70, Luis Requejado decidió abrir una pequeña pastelería en Río Grande con el nombre de Tante Sara, en honor a su esposa. Allí, entre hornos sencillos y largas jornadas de trabajo, las medialunas recién horneadas empezaron a ganar fama y rápidamente se transformaron en parte de la vida cotidiana de la comunidad.
Ese sabor que recuerda a la infancia…
Con el tiempo, la tradición se expandió a Ushuaia, donde la pastelería creció hasta convertirse en un emblema gastronómico de la región. Hoy producen más de 4000 medialunas por día, reciben a turistas de todo el mundo y son un punto de encuentro para fueguinos que encuentran en ese sabor un lazo directo con su infancia y su tierra.
Tante Sara es mucho más que una cafetería: es la historia de una familia emprendedora, de recetas que se transmiten de generación en generación y de un espíritu patagónico que sigue vigente en cada local y en cada medialuna.
